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Este rincón balear con playas vírgenes, calas de agua cristalina, y estilo del vida pausado y mediterráneo… está rodeado de pueblos tradicionales y rincones únicos poco conocidos para la mayoría.
La puesta de sol desde el Faro de Sa Puntassa
Dicen que una de las mejores puestas de sol de Mallorca está en el faro de sa Puntassa, que cierra la bahía de Migjorn y anuncia que estamos a punto de entrar en el puerto de la Colònia. Y estamos totalmente de acuerdo, salir del hotel, pasear por el camino de la playa mientras el sol cae y acabar en el faro con las vistas de la isla de la Cabrera, es simplemente espectacular para una noche de verano.
Cala Figuera, un puerto natural escondido entre acantilados
Escondido entre acantilados, pinos e higueras se halla el puerto pesquero de Cala Figuera. Sus casas encaladas de blanco y contraventanas verdes, los pescadores reparando sus redes antes de volver a salir a la mar, y los tradicionales llaüts amarrados a lo largo del puerto crean una postal de la Mallorca más real.
Santanyí, un pueblo pintoresco que se convierte en mercado
Los miércoles y sábados por la mañana, el pintoresco pueblo de Santanyí se convierte en un mercado local, lleno de paraditas donde comprar fruta y verdura directamente del pagès, así como las típicas senalles (cestas), todo tipo de prendas hechas con llengües mallorquinas, cerámica y artesanía local. Sin duda, un lugar que no puedes perderte a solo 20 minutos en coche de Hotel Honucai.
Descubre la luz de los pueblos pesqueros del sur de Mallorca. Un destino para aquellos que desean algo más que viajar; vivir el ritmo pausado del mediterráneo y el sabor de su tradición.